En 1992, una pareja de jóvenes panameños descubre este pequeño pueblo mágico llamado Boquete y se enamoraron de él inmediatamente. Cada vez que nos era posible estábamos de regreso en este encantador pueblito que poco a poco se fue convirtiendo en nuestro lugar ideal para vivir.

Y así fue como empezamos a trabajar para hacer realidad nuestro más ferviente anhelo: poder vivir en estas hermosas tierras y dedicarnos a que otras personas puedan disfrutarla, conocerla y fascinarse también.

Nos tomó varios años de búsqueda encontrar el sitio perfecto dentro de tanta tierra de gran belleza. Pero cuando descubrimos este lote de terreno en las montañas de Boquete, con una inigualable vista del pueblo y del Volcán Barú, quedamos encantados y supimos que éste era nuestro lugar. Su belleza encanta e impresiona a todos los que nos visitan.

Y así nuestra familia integrada por tres pequeños soñadores, de la mano de Dios empezamos a construir nuestro sueño y lo vimos crecer junto a nuestra hermosa hija Crystal, creando así este magnífico lugar.

Hoy después de varios años de mucho esfuerzo, somos el vivo ejemplo de que, con perseverancia, dedicación y disciplina, los sueños sí se vuelven realidad.